RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

LA PERFILACIÓN: UN APORTE PARA LA COMPRENSIÓN DE LA HUMANIDAD

GLORIA IVONE CUAPANTECA GALEGOSa

a Estudiante de criminología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Becaria - auxiliar de investigación en el proyecto: "Emociones, empatía y violencia". Correo electrónico: gloriaivonecg@gmail.com.

Garrido Genovés, Vicente. (2012). Perfiles Criminales: Un recorrido por el lado oscuro del ser humano. 2da. Edición. Barcelona, España: Ariel.

El profesor Vicente Garrido, reconocido por su gran trayectoria en el área de la psicología criminológica, nos adentra a la mente compleja del ser humano y en particular a la maldad que puede existir en él. No se equivoca al otorgarle el título de "Perfiles Criminales: Un recorrido por el lado oscuro del ser humano", debido a que cada caso que presenta nos permite reconstruir los delitos cometidos por diferentes asesinos.

El libro está constituido por 15 capítulos divididos en dos apartados. El primero, del capítulo 1 al 7, hace referencia a la fundamentación y a las técnicas para elaborar los perfiles criminológicos, así como a los tipos de delitos en los que es posible realizarlos. Es comprensible, a partir de la lectura de la obra, que por la naturaleza de los delitos, no en todos ellos la perfilación resulta igualmente útil, pues no es igual hacer el perfil de un psicópata sexual que el de un carterista. Las características del segundo delito pueden fácilmente atribuirse a otro sujeto que haya cometido un delito igual, mientras que en el caso del psicópata sexual -que tendrá un modus operandi y firma especifica con patrones repetitivos- el perfil podrá distinguir mejor unos agresores de otros. En la segunda parte del libro, que comprende los capítulos ocho al 15 se ejemplifica, por medio del análisis de diferentes casos de asesinos, cómo realizar los perfiles criminológicos.

Profundizando en la primera parte, el autor señala el uso del perfil geográfico, haciendo mención no sólo del agresor, sino también de la víctima, pues al conocer los datos de estos es posible identificar su punto de encuentro y localizar la zona de seguridad y de confort del agresor como claves para conocer datos útiles en el proceso de captura, tales como su posible lugar de residencia o trabajo. Como explica el profesor Garrido, todas las personas trazamos rutas de acuerdo con nuestros hábitos y vida rutinaria, de tal forma que estas rutas reflejan nuestras actividades y estilo de vida; caer en cuenta de ello puede resultar inquietante, tanto para entender el actuar de los delincuentes, como para ser más conscientes de cómo estas rutas pudieran hacernos más vulnerables y convertirnos en posibles víctimas.

En la primera parte del libro, en estrecha relación con la historia de la perfilación, también se analizan las diferentes metodologías que se han propuesto para la elaboración de perfiles Una de ellas corresponde a un enfoque clínico en el que se da especial relevancia a los diagnósticos psicológicos y psiquiátricos. Otra, quizá la más popular, obedece a la propuesta por el FBI donde a partir del análisis de la escena del crimen y del conocimiento y experiencia de los perfiladores, se categoriza el posible agresor en organizado o desorganizado, atribuyendo determinadas características de personalidad. De forma más reciente, también se ha propuesto una metodología fundamentada en la estadística y estudio de grandes muestras, donde se identifican, tanto la línea de la Psicología Investigativa, como la de la Perfilación Geográfica. A través de un análisis de las diferentes propuestas metodológicas, el autor hace una propuesta integradora en la que se enfatiza la importancia de la comunicación entre los diferentes integrantes del equipo de investigación, logrando un trabajo multidisciplinar que involucra las bondades de cada una de las diferentes metodologías.

El análisis realizado por el profesor Garrido deja claro que lejos de ser perfecta, la perfilación ha enfrentado diversos problemas y críticas. Uno de ellos tiene que ver con la posibilidad real de predecir si un agresor volverá a atacar y de qué manera lo hará; si empleará el mismo modus operandi o lo perfeccionará. Para explicar tanto el actuar delictivo como los alcances de predicción en la elaboración de perfiles, el autor se vale de diversos casos para ejemplificar la fundamentación presentada en la primera parte de su obra. Tal es el caso de BTK, uno de los asesinos más longevos en la historia de los asesinos en serie, cuyo nombre real es Dennis Raderm. Su apodo se originó en su primer asesinato, al darse cuenta de que torturar a la víctima era más cruel que acabar con ella en el primer instante; de ahí las siglas BTK: Bind, Torture, Kill (atar, torturar, matar). Esta persona cometió diez homicidios; el método no fue igual con todas sus víctimas, cambiaba el arma que utilizaba y ciertos patrones de conducta según se diera el caso, algunas veces asesinaba por ahorcamiento con cuerdas, otras con bolsas de plástico o, incluso, con las medias de la víctima; la policía dudaba de que fuera el mismo sujeto por estos múltiples cambios. Por ello, a pesar de que enviaba cartas a la policía, fue detenido treinta años después de su primer delito, cuando se encontraba en casa con su familia.

En la segunda parte de la obra encontramos perfiles de diferentes asesinos que a lo largo de la historia han marcado no sólo a la comunidad que se vio afectada directamente, sino también al mundo entero que se ha conmocionado por la atrocidad de sus actos. La descripción detallada de sus delitos, así como el análisis serio y fundamentado de cada caso, hacen reflexionar al lector sobre la existencia de congéneres crueles y despiadados, pero también le hacen recordar la presencia de la bondad y la necesidad del compromiso profesional en la identificación y captura de quienes quieren hacer daño, en la prevención de los delitos y de la victimización, lo cual permitirá contribuir sociedades más pacíficas

Al leer esta segunda parte, llama la atención el hecho de que podamos estar rodeados de personas que en cualquier momento pueden causar daño a otros de manera irreparable; personas que parecen estar adaptadas y de quienes pocos sospecharían de sus deseos ocultos. Ejemplos de ellos son los casos de BTK, del coronel Williams y de Diego Yllanes. Este último era residente de psiquiatría y aparentaba ser una buena persona. Nunca nadie pensó que pudiera matar a Nagore Laffage, estudiante de enfermería, y que dicha investigación tuviera grandes incongruencias. Pero también es de resaltar la intención del autor al presentar el otro lado de nuestra humanidad; personajes que dedican parte importante de sus vidas a la captura de quienes causan daño y a quienes debemos agradecer los grandes avances en el campo de la perfilación. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en Eliot Ness y su lucha, primero contra Al Capone, contrabandista de alcohol en Chicago tras promulgarse la ley seca de 1920 y liderar el grupo de los incorruptibles "Intocables", y posteriormente el caso de "El Torso", asesino que desmembraba cuerpos de vagabundos o prostitutas, en el que logró vincular al doctor Sweeney. A pesar de salir positivo en el polígrafo, por falta de pruebas concisas para arrestarlo, y por ser familiar de un político de la ciudad, no recibió las consecuencias esperables y terminó internándose en una clínica de enfermos mentales. El caso no se resolvió, pero Ness no dudaba de haber encontrado al culpable.

Es de destacar la sensibilidad del autor con respecto a los obstáculos que se encuentran en la labor investigativa y en la elaboración de perfiles, todos ellos presentes en diferentes generaciones de investigadores que buscan justicia y bienestar para la sociedad. Tal como explica el autor, el reconocimiento de la noble labor de personas como Ness llega a veces demasiado tarde, y por ello dedica el libro a "los policías que nunca se dan por vencidos".

Este libro resulta un importante aporte, no sólo para los estudiosos de la psicología y de la criminología, sino para la sociedad en general, debido a que permite identificar y comprender el comportamiento violento, y con ello, aportar en el desarrollo de habilidades para detectarlo y prevenir el daño que pueda causar.

Como estudiante de criminología, "Perfiles Criminales. Un recorrido por el lado oscuro del ser humano" me ha permitido acceder a una guía práctica y científicamente fundamentada para la elaboración perfiles criminológicos, que sin lugar a duda contribuye a la reducción de prejuicios en el desarrollo de este trabajo. Además de presentarse de una manera sencilla, de fácil comprensión para el lector, este libro motiva el interés por la psicología de los criminales, e inspira el trabajo para la prevención de la victimización y la aprehensión de los culpables.